Conservación del patrimonio monumental
Urbanismo ejecutará medidas urgentes de conservación de los restos del Molino de la Torre Blanca en el Parque del Guadaira
* La Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía ha avalado un proyecto para asegurar y preservar lo que queda de esta antigua torre defensiva de la época islámica, convertida luego en molino de harina
24/05/2021
La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente actuará en breve sobre los restos del conocido como Molino de la Torre Blanca, situado en el interior del Parque del Guadaira, cerca del límite oriental del mismo, en las inmediaciones del nudo de carreteras entre la SE-30 y la A-376 que une Sevilla con Utrera.
Se trata de una pequeña torre defensiva cuyos orígenes se remontan al periodo andalusí. El empleo combinado de fábrica de ladrillo y tapial, el tipo de bóveda, los arcos apuntados en vanos y hornacina de apoyo de la escalera, y las ménsulas para ladroneras, nos dirigen a un modelo militar ampliamente extendido por la provincia de Sevilla, y en general por el Bajo Guadalquivir durante el siglo XIV. A dicha torre de tipología militar se encontraba adosada un molino, que aprovechaba para su funcionamiento la fuerza del agua de un meandro del Guadaíra que discurría en sus inmediaciones. Tras su abandono como consecuencia de los avances tecnológicos y de la desecación de este brazo del Guadaira, las construcciones complementarias a la torre serían demolidas, permaneciendo en la actualidad sólo ésta. Quedó definitivamente aislada y descontextualizada tras la ejecución de la SE-30 y las operaciones municipales de recuperación de zonas degradadas ejecutadas en el cambio de siglo. La posterior construcción del Parque del Guadaira, a partir de 2005, la ha dotado del entorno con el que hoy cuenta.
Sus restos constituyen uno de los pocos de este tipo que aún se conservan en Sevilla. Declarado Bien de Interés Cultural, este elemento fue incluido en 2006 en el Catálogo de Protección Arqueológica del PGOU como yacimiento, y posteriormente en 2019 en el Catálogo Periférico de Protección del PGOU. Con esta actuación para ayudar a conservarla, la Gerencia de Urbanismo y el Ayuntamiento de Sevilla dan muestras de su compromiso con el patrimonio monumental de la ciudad.
La antigua Torre blanca se alza sobre una base regular con dos plantas de altura, con una sala en cada una y una escalera interior de acceso a la planta segunda y a la cubierta. Carece de cualquier medida que impida el acceso incontrolado en su interior, por lo que existen claros riesgos de caídas a distinto nivel.
Estado actual
Como consecuencia del abandono al que ha estado sometido este elemento durante años, así como del continuo uso marginal que ha tenido, su estado de conservación actual es muy deficiente. En este sentido, sus daños son generalizados. Algunas evidencias de este mal estado son la pérdida de algunos de los arcos de sus fachadas, el deteriorado parapeto de ladrillo y tapia que remata a la torre, donde ha ha sido posible encontrar huella alguna de los antiguos merlones o, el colapso que presenta la bóveda ochavada de la planta primera, a la que se puede acceder fácilmente a través de huecos, sin que exista ninguna protección ante caídas. Se detectan también colapsos parciales de los muros de cerramiento, pérdidas puntuales de material por descomposición de las fábricas, mechinales abiertos y numerosa vegetación espontánea. Finalmente, la cubierta ha perdido su permeabilidad, lo que provoca filtraciones de agua.
Actuación proyectada
El proyecto redactado por la Gerencia de Urbanismo va dirigido a devolver a este inmueble las necesarias condiciones de seguridad, tanto para el propio edificio como de cara a evitar posibles intrusiones en el mismo. Se trata de medidas de carácter urgente y provisionales, respetuosas con el valor patrimonial del Bien, y previas a un futuro proyecto de restauración integral.
En primer lugar se tabicarán los huecos existentes en la planta baja para impedir el acceso a la torre. Asimismo, se adoptarán medidas tendentes a eliminar el riesgo de caídas que consistirán en un cimbrado de los huecos a modo de apuntalamiento de los mismos mediante la colocación de mallas de protección. Respecto al hueco central que presenta la bóveda de la planta primera, se procederá a ejecutar una plataforma con ligeros anclajes en el suelo para su mantenimiento en su posición correcta. En cuanto a la intervención en las fachadas y cubiertas, se limitará a la eliminación de toda la vegetación espontánea que existe actualmente, la consolidación de aquellos elementos que presenten riesgos de desprendimientos y, el cierre de los mechinales que han quedado sin protección tras la demolición de los restos del molino.
La actuación con estas medidas para eliminar los riesgos evidentes que presenta el elemento y garantizar su preservación, tiene un coste entorno a los 11.000 euros y un plazo de ejecución de un mes.
Tras haber sido informado en sentido favorable por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, la Gerencia de Urbanismo iniciará seguidamente el proceso de licitación para contratar las obras, con las que salvaguardar este elemento que forma parte de la enorme herencia monumental recibida por Sevilla.