Imagen que presenta en la actualidad el que fuera pabellón de ingresos de la antigua cárcel, convertida hoy en un gran parque público
La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha adjudicado en su sesión ordinaria de esta semana las obras correspondientes a la primera fase del proyecto de rehabilitación del Pabellón de ingresos de la antigua prisión de la Ranilla, para su posterior conversión en un equipamiento público dedicado a la Memoria Histórica Democrática. La adjudicación ha correspondido a la empresa ALBERTO DOMÍNGUEZ BLANCO RESTAURACIÓN MONUMENTOS S.L.
Este edificio es el único de la antigua cárcel provincial que permanece en pie tras la demolición del centro penitenciario y la tranformación de este gran espacio para acoger un parque público, un centro cívico y una comisaría de policía. Declarado Lugar de Memoria Histórica de Andalucía e incluido en el Catálogo General de Patrimonio Histórico, el Ayuntamiento de Sevilla pretende garantizar su conservación como legado de aquel tiempo y de su significado en la historia reciente dela ciudad. De hecho, el antiguo pabellón de ingresos de aquella cárcel se convertirá en el primer Centro de la Memoria Histórica de Andalucía.
La edificación tiene forma rectangular y está desarrollada en dos plantas sobre una parcela de 1.538 m2. Cuenta con una superficie construida de 1.982,44 m2 y en su interior dispone un patio central ajardinado de 420 m2. El proyecto redactado y aprobado por la Gerencia de Urbanismo responde sobre todo a necesidades de tipo estructural, haciendo frente a diversas patologías y deficiencias detectadas en análisis de diagnosis previos realizados. En concreto, el edificio fue sometido en 2010 a estudios patológicos que pusieron de manifiesto la necesidad de intervenir en las cubiertas y estructura. Por consiguiente, las obras previstas en esta primera fase de actuación van dirigidas a realizar trabajos de conservación de dichas cubiertas y estructuras, incluyendo la de todos los muros. Su diseño se basa en la ejecución de una serie de forjados unidireccionales, similares a los actuales, que son capaces de soportar las nuevas cargas del edificio y que se anclan a los muros existentes. Para las cubiertas se plantea la colocación de una nueva estructura auxiliar, paralela a la actual, que no asumiría ya misión resistente, con el fin de soportar mejor los esfuerzos. Conjuntamente con ello, se trazará e instalará una nueva red de saneamiento para asegurar el perfecto funcionamiento de este servicio en un futuro, de acuerdo con el uso que finalmente se asignará al edificio. Esta propuesta de intervención de la Gerencia de Urbanismo ha sido refrendada previamente por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.
Se trata, por tanto de obras de consolidación necesarias para la conservación y el mantenimiento de esta edificación y que van mucho más allá del proyecto de actuaciones urgentes ejecutado por la Gerencia de Urbanismo hace siete años, cuando este organismo invirtió alrededor de 70.000 euros en actuaciones de seguridad en cornisas, cubiertas, aleros y particiones interiores. A diferencia de aquéllas, las obras de carácter estructural previstas en esta ocasión van a suponer una inversión de 1.153.000 euros, cantidad por la que han sido finalmente adjudicadas, y su plazo de ejecución es de doce meses. De forma paralela, el Ayuntamiento de Sevilla trabaja en la elaboración de los documentos correspondientes a su futuro contenido y al programa del edificio, conforme a lo cual habrán de definirse las obras correspondientes a la segunda fase de la rehabilitación.
La actuación prevista se enmarca en el plan extraordinario de inversiones a partir de la venta de suelos del Patrimonio Municipal del Suelo aprobado por el Ayuntamiento de Sevilla, lo que ha impulsado definitivamente su aprobación y puesta en marcha, como ha destacado el delegado de Hábitat Urbano y máximo responsable político de Urbanismo, Antonio Muñoz.