Conservación del Patrimonio
San Hermenegildo, un templo de la memoria
* Urbanismo comenzará en breve a realizar obras de recuperación de las cubiertas y fachadas de la que fuera iglesia del antiguo convento jesuita ubicado en la céntrica Plaza de la Concordia
* El edificio, del siglo XVII, lleva cerrado por motivos de seguridad desde el 2006, tras haber albergado usos religiosos, militares, políticos y culturales a lo largo de su dilatada historia
Fachada principal de la antigua iglesia, cuya portada es obra del arquitecto ubetense Alonso de Vandelvira
29/06/2023
Sevilla no es ciudad de pocos edificios que reúnan valores históricos, artísticos, arquitectónicos y sociológicos, más bien, lo contrario. La historia de esta ciudad está asociada ineludiblemente a la de muchos de sus inmuebles, los que aún existen y los que desaparecieron, localizados en la inmensa mayoría de los casos en el interior de la corona que define el perímetro del Casco Histórico, a la sazón el segundo más grande de Europa.
Así, en mayor o menor medida, el libro de la historia de esta ciudad está repleto de capítulos protagonizados por muchos de los edificios que todavía pueblan sus plazas y sus calles. Algunos, además, han tenido un papel capital en distintos periodos y episodios cronológicos, en los que han escrito páginas trascendentales, sin las que sería imposible entender la evolución y el devenir de Sevilla.
Uno de esos inmuebles que todo sevillano intuye que jugó papeles destacados en distintos momentos de la historia, está en la Plaza de la Concordia, junto a la del Duque, en pleno centro de la ciudad. No demasiado voluptuoso, como haciendo gala de discreción a pesar de su privilegiado enclave, se levanta sobre una parcela de 672 m2 en una esquina de la plaza, la antigua iglesia del colegio de San Hermenegildo.
Templo jesuita, cuartel de artillería, parlamento de Andalucía, sala de exposiciones… a lo largo de sus más de cuatro siglos de antigüedad, este edificio ha sido escenario de actividades tan singulares como variopintas y de todas ellas han quedado constancia entre sus muros.
Su origen primero estuvo ligado a la orden de los jesuitas, para los que el Ayuntamiento de la época mandó comprar a finales del siglo XVI un local en la calle de las Palmas (actual Jesús del Gran Poder) en el que construirían un colegio, que quedaría bajo la advocación de San Hermenegildo. Unos años después el consistorio asumió también la construcción de unas escuelas de Gramática junto al anterior colegio, que igualmente se consagró a la misma advocación y finalmente, la propia orden construiría a su lado –en torno a 1614- el edificio de la iglesia, que es el único que ha llegado hasta nuestros días.
Cómo es la Iglesia de San Hermenegildo
Inspirado en la sala capitular de la catedral de Sevilla, el edificio, de una sola planta y de forma elíptica, ostenta una cúpula con una cartela de la que surgen doce nervios radiales que se abren cuando apoyan en los muros, incluyéndose en estos espacios figuras de santos, temas vegetales y cabezas de ángeles, intercalándose también entre los nervios lunetos con ventanas. En su construcción quedó la impronta de los grandes maestros de la época que tuvieron que ver en la misma; en primer lugar Juan Bautista Villalpando, autor de los planos del edificio; también el jesuita Pedro Sánchez, que rediseñaría parcialmente su planta, en tercer lugar el pintor Francisco Herrera el Viejo, a quien se atribuyen las yeserías y, finalmente, el arquitecto ubetense Alonso de Vandelvira, que hizo su portada.
Vista de la cubierta del edificio desde el interior |
De iglesia jesuita a sede del Parlamento Andaluz, pasando por templo del liberalismo durante el Trienio Liberal
Como iglesia de aquel colegio primero jesuita permanecería el edificio hasta la expulsión de la orden en 1767. Décadas más tarde, perdido ya absolutamente el carácter religioso del inmueble, éste se convierte en cuartel del tercer regimiento de artillería. Corrían los primeros años del siglo XIX. Bajo este uso, sufriría saqueos durante la invasión napoleónica, en los que gran parte del patrimonio de la iglesia fue expropiado.
Pero no sería éste el único destino que aguardaba a la antigua iglesia de San Hermenegildo en aquel siglo. Como preludiando la función que le aguardaba 162 años más tarde, en 1823 acogió temporalmente las Cortes constitucionales, celebrándose en esta antigua iglesia una sesión histórica de las Cortes que declaró demente al rey Fernando VII. Este hecho lo ensalzaría en esos años del Trienio Liberal a la categoría de espacio sagrado del liberalismo. A esa misma función parlamentaria fue llamado de nuevo este edificio en 1985, cuando acogió los plenos del Parlamento Andaluz hasta 1992.
Mucho antes, en 1959, había sido declarado Bien de Interés Cultural. Y como Bien Cultural también hubo sitio para la cultura. Y como tal albergó usos culturales, primero en los años 1968 y finalmente a partir de 1995, año en el que el Ayuntamiento de Sevilla instaló en la antigua iglesia una sala de congresos y exposiciones que permaneció hasta mayo de 2006.
Fue entonces que cerró sus puertas.
Aquejado de fisuras en la bóveda que presagiaban la necesidad de sustituir la cubierta original, el Ayuntamiento decidió por seguridad clausurar la actividad hasta que fuera posible la restauración del edificio. Posteriores estudios e informes patológicos realizados sobre la edificación, han revelado que existen daños de distinto grado en la mayor parte de los elementos constructivos, aunque son los detectados en las cubiertas los más urgentes de resolver y como tales, van a ser los primeros que van a atenderse.
Tras una primera actuación de urgencia sobre las fachadas y cornisas del edificio para evitar desprendimientos acometida en 2020, la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha elaborado un proyecto de restauración que permitirá detener el deterioro del conjunto. Éste está conformado, constructivamente, por dos cuerpos: el de la antigua iglesia del siglo XVI, de mayor altura, con cubierta inclinada de teja y estructura de madera, sobre gruesos muros de carga; y otro cuerpo adosado, del siglo XX y planta rectangular, de forjados planos de hormigón y acero, y cubierta plana.
Las obras previstas
Así pues, cumplidos ya los trámites para contratar el proyecto, y adjudicado éste, San Hermenegildo –como lo conoce el sevillano- volverá a abrirse en breve, pero esta vez para las obras. Exactamente, la finalidad de la intervención es la de recuperar la estabilidad estructural y la estanqueidad de las dos cubiertas, origen de las principales patologías detectadas, especialmente en la bóveda encamonada bajo la cubierta del cuerpo de la antigua iglesia, que alberga las pinturas y relieves de gran valor antes comentados. De este modo, se llevará a cabo el desmontaje por completo de toda la cubierta de madera y de las cubriciones y muretes laterales, para colocar nuevos refuerzos metálicos y proceder a su restauración integral. En cuanto al lucernario, Urbanismo ha optado por sustituirlo por completo al encontrarse muy deteriorado y generar la entrada de aguas a su interior.
Imagen aérea del edificio en la que se distinguen con claridad las dos cubiertas: la inclinada de tejas y la plana |
Por otro lado, la cornisa que remata la antigua iglesia, que se encuentra protegida actualmente debido a algunos desprendimientos producidos a la vía pública, también será intervenida de manera integral.
Aspecto de la cornisa, que también será restaurada | Detalle de la portada de piedra de la fachada principal | Fachada lateral del inmueble, en la Plaza de la Concordia |
Junto a estos elementos, Urbanismo actuará también en las fachadas, cuya rehabilitación integral no pudo abordarse con las anteriores obras de emergencia realizada en 2020, y que precisa de una intervención de mayor envergadura por las numerosas fisuras que presentan, al objeto de garantizar su absoluta conservación y reintegración.
Como complemento a todo ello y teniendo en cuenta el mal estado de la red de saneamiento, Urbanismo ejecutará una nueva, imprescindible para poner coto a otras patologías que también sufre el edificio.
Dado los valores históricos, artísticos, arquitectónicos y sociológicos del bien, todas las actuaciones se harán en base a estudios previos realizados sobre historia, materiales, y técnicas constructivas que se emplearon según los principios de la época, para lo que se ha contratado a un equipo interdisciplinar formado por especialistas en distintas materias. En cualquier caso, los trabajos de restauración se ajustarán a los criterios de intervención mínima y reversibilidad, sin modificaciones importantes y permanentes. Ha sido finalmente la empresa “Joaquín Pérez Díez” la que ha resultado adjudicataria de las obras con una oferta económica de 774.585 euros.
Una vez que comiencen, el tiempo estimado de duración de los trabajos es de doce meses. Un año para devolver el buen estado a este edificio y posibilitar que pueda abrir sus puertas como un nuevo equipamiento para la ciudad. Con esa intención trabaja el Ayuntamiento de Sevilla, para la que la antigua iglesia jesuita, cuartel de artillería, sede parlamentaria y hasta sala de exposiciones siga escribiendo páginas en el libro inacabado de la historia de Sevilla.