Recuperando el pasado más real de Sevilla
* Urbanismo devuelve a su perfecto estado el lienzo de muralla emergente que se conserva junto al lugar donde estuvo la desaparecida Puerta Real, entre las calles San Laureano y Goles
Aspecto que presenta en la actualidad el lienzo emergente de la muralla almohade que se conserva donde se localizaba la desaparecida Puerta Real
15/02/2021
Según cuentan las crónicas, de las catorce puertas que se abrían en la antigua muralla que cercó hasta el siglo XIX la ciudad, la que se situaba en la confluencia de las actuales calles San Laureano, Puerta Real y Goles, constituía la entrada natural a Sevilla de los reyes de España. Por ella accedió el rey San Fernando, tras la conquista de la ciudad en el 1.248, y por ella entraría Felipe II tres siglos y pico después, en 1570. Esta elección determinó que con el tiempo la otrora denominada Puerta de Goles fuera más conocida como la Puerta Real.
Los documentos y las fuentes gráficas representan esta puerta como una entrada directa con arco de medio punto en el cuerpo inferior, flanqueado por pilastras, y con un segundo cuerpo con escudo central rematado por un frontón triangular. El escudo del frente exterior representaba las armas reales y el del frente interior las armas de la ciudad.
Fue derribada en septiembre de 1864.
La antigua Puerta Real desde intramuros. Grabado de R. Ford
De aquella primitiva entrada sólo han podido documentarse unos restos que yacen bajo la calle SanLaureano, junto con otras muestras de la barbacana o antemuro dela muralla. Pero no todo está bajo tierra, Adosados a la antigua puerta estaban los muros de arranque de la muralla por este lado de la ciudad, y de éstos algunos pequeños lienzos, han llegado hasta nuestros días, si bien la mayoría se encuentran embutidos en los muros de las viviendas dela calle Gravina en dirección a otra extinta puerta –la de Triana-o, hacia el barrio de los Humeros, en los restos dela antigua Iglesiade San Laureano, que se apoyan sobre la cerca almohade.
La intervención del año 95
En el año 1995, durante el transcurso de unas obras de pavimentación enla calle SanLaureano, la Gerencia de Urbanismo recuperó uno de los escasos tramos de la muralla que en su recorrido por este sector se conserva emergente. Oculto bajo revestimientos no originales, este lienzo de apenas cinco metros de anchura y nueve de altura, fue vuelto a la luz y recuperado. Para ello, hubo que reconstruir parte del tapial, material constructivo por excelencia de la antigua muralla. Durante esta intervención también se recuperó y se restauró una lápida de piedra conmemorativa de la construcción dela Puerta Real, construida en mayo de 1564 y ubicada en su origen en el friso del entablamento del primer cuerpo de la reforma, atribuible a Hernán Ruiz.
Desde entonces y hasta el momento actual, este tramo de lienzo de muralla ha mantenido un estado de conservación más o menos aceptable, si bien los 25 años transcurridos desde aquella intervención habían provocado numerosos ennegrecidos y depósitos de suciedad, además de fisuras de retracción y llagas, así como otras patologías diversas. También la lápida conmemorativa que fue recuperada se encontraba en mal estado y el tapial había vuelto a deteriorarse, a pesar de la reconstrucción practicada en el 95.
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