* Se ha eliminado la zona de carga y descarga para ampliar el espacio peatonal, mejorando medioambientalmente este enclave y dando mayor visibilidad a la escultura
El alcalde de Sevilla posa junto al monumento acompañado por el delegado del Casco Antiguo, representantes de la asociación club del libro Puerta Carmona y del hijo del escultor Sebastián Santos
Urbanismo ha concluido estos días las obras que, de forma coordinada con el distrito Casco Antiguo, empezó el mes pasado para reconfigurar el entorno del monumento a Miguel de Cervantes, en la confluencia de las calles Entrecárceles y Francisco Bruna. En este punto del centro de Sevilla se ubicaba la cárcel real donde estuvo preso el escritor, motivo por el que el enclave fue elegido en su día por el Ayuntamiento para levantar un busto en su honor. La obra, realizada en 1974 por el escultor Sebastián Santos, carecía de la visibilidad merecida por la existencia justo delante de una zona de aparcamiento de carga y descarga que dificultaba su visión.
Con la intención de mejorar la visibilidad del monumento y reordenar de paso este céntrico entorno para lograr una mejor funcionalidad del mismo al tiempo que facilitar el tránsito peatonal, se han acometido en el transcurso del último mes, unas obras de reacondicionamiento de este espacio. La intervención ha consistido exactamente en la ampliación del espacio peatonal frente al monumento a expensas de la superficie destinada hasta ahora a la carga y descarga. La nueva superficie resultante se ha pavimentado con el mismo material al de la solería existente en el resto del entorno, compuesta por piezas de granito gris flameado de 35 x35 centímetros colocadas a cartabón.
El cambio operado ofrece una imagen más reordenada, accesible, amable y sostenible de este espacio, ahora de carácter peatonal. La operación ha tenido un coste global de 18.000 euros.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y el delegado del distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, han comprobado personalmente la transformación de este enclave y el efecto que los trabajos desarrollados han tenido sobre la escultura de Cervantes, que resulta ahora mucho más visible para los viandantes.
Precisamente, para garantizar su buen estado de conservación, el monumento ha sido tratado en diversas ocasiones por la Gerencia de Urbanismo, que ha actuado para eliminar grafitis, aplicar tratamientos de limpieza y proteger y consolidar eficazmente la figura del autor de Don Quijote de la Mancha.