Protección del patrimonio
El Patrimonio Histórico Municipal ya tiene un Plan Director que establece la estrategia a seguir para una gestión inteligente y sostenible de los 115 bienes del Ayuntamiento
* El documento, elaborado por profesores de la Universidad de Sevilla en coordinación con la Gerencia de Urbanismo, se constituye como una hoja de ruta con la que dirigirse para que los edificios patrimoniales se reintegren plenamente en la ciudad contemporánea
Arcadas del claustro del Monasterio de San Jerónimo
Sevilla atesora un vasto patrimonio histórico representado en una amplia diversidad de edificios arquitectónicos con un valor y significado excepcionales. Este impresionante patrimonio constituye un legado indiscutible que forma parte de la esencia misma de la ciudad y que le ha valido el reconocimiento como una de las principales urbes monumentales de España y de Europa.
Dentro de las competencias propias de un municipio está la de ejercer la protección y gestión del Patrimonio Histórico. Consciente de ello, el Ayuntamiento de Sevilla realiza entre sus actuaciones medidas para la conservación y correcto mantenimiento de los edificios históricos de la ciudad; No obstante, en un ejercicio de evaluación de este deber, el propio Ayuntamiento advirtió la importancia de desarrollar una estrategia general que constituyera una visión global de esta cuestión primordial, estableciendo para ello acciones planificadas y metódicas. Esta consideración abocó al Ayuntamiento de Sevilla a poner en marcha hace algo más de dos años la contratación de un Plan Director del Patrimonio Histórico Municipal, que constituyera la hoja de ruta a seguir para la gestión inteligente y sostenible de los bienes integrantes de dicho patrimonio.
Plan pionero y sin precedentes
Se trata de la primera vez que desde el Ayuntamiento de Sevilla se aborda la realización de un documento como éste, que surge del convencimiento de ir más allá de la protección general del patrimonio que reconocen los instrumentos jurídicos ya consolidados, promoviendo un nuevo modelo de gestión integral que permita reintegrar plenamente el patrimonio en la ciudad contemporánea.
Este trabajo ha sido realizado por la Fundación de Investigaciones de la Universidad de Sevilla, compuesta por un equipo de profesores e investigares de la Universidad hispalense junto con colaboradores del ámbito universitario, y ha estado dirigido por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente.
Una vez concluido el mismo, sus conclusiones han sido presentadas públicamente esta mañana en en el Paraninfo de la Universidad en un acto presidido por el rector, Miguel Ángel Castro, y en el que han participado además los delegados de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo,Antonio Muñoz, y Patrimonio, Carmen Fuentes, así como los profesores de la universidad y los técnicos de Urbanismo que han participado en el proceso. Durante su participación, el delegado de Hábitat Urbano ha puesto en valor el carácter estratégico de este documento y el ejercicio de reflexión y de diseño de futuro que constituye en lo concerniente a la gestión del patrimonio histórico municipal. En este punto, Muñoz ha reivindicado la gran oportunidad que representa este patrimonio de la ciudad como continente de iniciativas de emprendimiento, creativas y culturales y, especialmente para la creación de empleo. El máximo responsable político de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha valorado también la potencialidad de este documento destacando que es el primero de sus carácterísticas que como trabajo de diagnóstico y planificación no hay referencias similares anteriores, por lo que este Plan Director sitúa a Sevilla en la vanguardia de la gestión del Patrimonio Histórico Municipal.
115 bienes de titularidad municipal
El Plan Director del Patrimonio Histórico municipal de Sevilla identifica un total de 115 bienes arquitectónicos del Patrimonio Municipal de Sevilla y por tanto de titularidad municipal. Se trata de inmuebles que se caracterizan por la variedad y riqueza de los edificios, sitios y paisajes patrimoniales que engloban. No existen antecentes de esta figura de planificación para un conjunto de bienes tan extenso.
Entre los inmuebles que integran esta lista se encuentran bienes de la Antigüedad (como las cisternas de la Plaza de la Pescadería, el Antiquarium o, las columnas dela calle Mármoles y de la Alameda de Hércules), de origen islámico (como los Caños de Carmona, los antiguos alcázares de la Buhaira, los baños dela Reina Mora, los restos del Castillo de San Jorge, los lienzos de muralla junto con sus torres y puertas), conventos, monasterios e iglesias de origen medieval o de la Edad Moderna (como el convento cuartel del Carmen, convento de Santa Clara, monasterio de San Jerónimo de Buena Vista, convento de San Agustín, monasterio de San Clemente o, iglesia de San Laureano), templetes ejemplo de la tradicion y religiosidad popular (como los de San Onofre y de la Cruz del Campo), palacios o casas representativas (como la casa de los Pinelo,la de las Columnas, la de las Sirenas, la casa Fabiola, los palacios del Pumarejo y de los Marqueses de La Algaba, la casa de Luis Cernuda y,la casa Mallén), teatros (como los del Lope de Vega y la Alameda), edificios propios de la arquitectura industrial a partir del siglo XVI (como la Fundición Real y antiguas hornazas de la Casa de la Moneda, la Real Fábrica de Artillería, la Fábrica de Vídrio de la Trinidad, el Centro de Cerámica de Triana, las naves del taller de RENFE en San Jerónimo,la nave Singer, la nave de la calle Campamento, el silo de la Cruzcampo y, la fábrica dela tabacalera Altadis), ejemplos de arquitectura patrimonial que conserva el uso residencial (como el hotel Triana o el corral de la Encaranación), pabellones y edificios de la Exposición Iberoamericana de 1929 (como el hotel Alfonso XIII, el casino de al Exposición, los pabellones de Estados Unidos y de México y, el Pabellón Real), arquitecturas ligadas a jardines históricos (como el costurero de la Reina, centros de trabajo del jardín de las Delicias y de los jardines de Murillo), haciendas y cortijos (como las haciendas Miraflores y de El Rosario o, el cortijo de San Ildefonso), molinos (de Aljudea, de la Torre blanca y de San Juan de Teatinos), cárceles (la de Ranillas), edificios de la segunda mitad del siglo XX (como la comisaría de Policía de la Gavidia), mercados (como el del Postigo y de la Carne), otros edificios de carácter monumental (como los antiguos juzgados, las Casas Consistoriales o la estación de Cádiz) y bienes ligados a cuerpos municipales (como el histórico parque de bomberos de San Bernardo).
Lista completa de bienes
El Plan Director radiografía enteramente estos bienes arquitectónicos, estableciendo entre otros aspectos la urgencia de ser restaurados de muchos de ellos o de adecuarse a unas mínimas condiciones de consolidación, seguridad o salubridad. También responde a la necesidad de diagnosticar para cada uno de los edificios, su sistema de gestión, su actual estado de conservación y de adecuación a los usos corrientes y, señala las actuaciones críticas pendientes de acometer.
Es por tanto, un documento de reflexión sobre la visión de futuro y la búsqueda de un papel para el patrimonio histórico municipal en la ciudad y en la sociedad actual. En este sentido, es una herramienta que identifica actuaciones inmediatas a la vez que traza las estrategias necesarias para consolidar el papel de este patrimonio en la ciudad contemporánea a medio plazo.
Objetivos generales
Con el objetivo principal de devolver un papel activo al patrimonio histórico y cultural de la ciudad, que lo consolide como parte sustancial de la ciudad contemporánea involucrándolo directamente con ésta e implicando en ello a los ciudadanos, el Plan Director propone unas líneas de acción a las que dirigir la gestión y conservación del patrimonio histórico municipal. En concreto, fija los siguientes objetivos generales:
- Fomento del conocimiento del Patrimonio Histórico Municipal por parte de los ciudadanos como una parte importante de su historia y como sistema público reconocible en la ciudad contemporánea.
- Activación del amplio patrimonio cultural de la ciudad como un recurso económico y social local más allá del hecho turístico.
- Implementación del carácter de Sevilla como una ciudad cuyo patrimonio cultural es motor cívico, económico y social
- Gestión integral e integrada del Patrimonio Histórico y Municipal.
- Creación de redes territoriales que fomenten el desarrollo local sostenible vinculado al patrimonio cultural.
- Potenciación de modos de producción en torno al patrimonio cultural.
- Sostenibilidad económica del sistema de Patrimonio Histórico Municipal mediante la racionalización del gasto municipal de gestión y la consolidación de fuentes alternativas a la financiación
- Fomento de la innovación en patrimonio cultural en la ciudad contemporánea mediante la creación de un marco estable de cooperación con universidades, centros de investigación y empresas especializadas ubicados en Sevilla.
- Visibilización a nivel nacional e internacional a través de participación en redes especializadas, organización de encuentros y cátedras especializadas en patrimonio cultural.
- Especialización de la ciudad de Sevilla en formación avanzada para la gestión y restauración/conservación del patrimonio histórico.
9 programas de gestión a través de 30 acciones
Para la consecución de estas líneas estratégicas, el Plan recoge nueve programas de gestión que engloban a su vez un total de 30 acciones para el logro de los objetivos. Son las 9 grandes líneas fundamentales a que debe atender este Plan Director y que se han definido como las siguientes:
- Organización institucional (coordinación imprescindible de todos los órganos y entes con competencias)
- Información, documentación y digitalización (aspira a la digitalización de la gestion del Patrimonio Histórico municipal en tiempo real)
- Conservación, restauración y mantenimiento (engloba las políticas necesarias para la restauración, conservación de los bienes patrimoniales)
- Investigación (reivindica la necesidad de promover y sistematizar la investigación como base de la innovación en el Patrimonio Histórico y municipal)
- Socialización (importancia de crear las políticas necesarias para transmitir a la ciudadanía los valores culturales de los bienes integrantes de este patrimonio)
- Utilización y funcionalidad (defiende que los edificios deben tener un papel social en la ciudad contemporánea)
- Investigaciones arqueológicas (aboga por construir una política unitaria en materia de arqueología en el Patrimonio Histórico y municipal)
- Financiación y viabilidad económica (pretende contribuir a crear un marco de sostenibilidad económica en el que a los recursos propios se sumen otras fuentes de cofinanciación público y privadas)
- Marco Patrimonial (plantea la necesidad de incorporar políticas innovadoras para el ámbito patrimonial)
Con esta estructura, el documento da muestras de los diversos ámbitos que considera que es necesario abarcar en la gestión del patrimonio municipal y establece treinta acciones o iniciativas, a modo de directrices de desarrollo, imprescindibles para garantizar el cumplimiento de estos programas de gestión. Una de las primeras acciones que se contempla es la digitalización de toda la gestión del Patrimonio Histórico y Municipal como vía para la divulgación y difusión. A este respecto, el Plan incorpora un sistema informático con información planimétrica y cartográfica con disponibilidad de acceso para todos los usuarios. Se trata de una herramienta digital que usa técnicas muy potentes de automatización permitiendo un entendimiento más amplio y completo de la información sobre el patrimonio.
Horizonte temporal y primera fase
El horizonte temporal para el desarrollo de las acciones recogidas en este Plan Director del Patrimonio es de diez años, estableciendo su vigencia hasta el año 2030 aproximadamente. Se fijan en concreto tres fases de tres años cada una, en la que en la primera de ellas se programarán actuaciones de carácter urgente, gran parte de las cuales ya estén en marcha, y que van a suponer de unos 60 millones de euros. El coste total del programa al cabo del mismo se estima en unos 90 millones de euros.
Una vez concluida su redacción, el documento deberá aprobarse ahora inicialmente por el Pleno del Ayuntamiento, tras lo cual se someterá a información pública antes de ser aprobado de forma definitiva. Con carácter previo a este proceso, el Ayuntamiento ha abierto una fase de consultas con asociaciones, colegios profesionales y grupos políticos.